Crítica de "Una terapia integral" en el Teatro Fígaro

 

                                                                                                                                          Por @Natael81

Una obra con mucha miga

Llega al Teatro Fígaro de Madrid la comedia "Una terapia Integral" dirigida y escrita por Cristina Clemente y Marc Angelet. Ambas vuelven a unirse en un proyecto teatral tras el éxito que les está otorgando su anterior obra "Laponia" que actualmente puede seguir disfrutándose en el Teatro Maravillas.

 La comedia está protagonizada por cuatro aspirantes a formar parte del curso de elaboración de pan impartido por el maestro más "top" en el noble arte de su elaboración.

 Antonio Molero ("Los Serrano") ejerce el papel de aparente "gurú" del pan aunque más tarde se descubre sus verdadera aspiración como maestro. Los alumnos que han sido finalmente seleccionados directamente por él son los interpretados por Marta Poveda ( "Vergüenza", "Antidisturbios"...), Esther Ortega ( "Madres", "Cardo"...), y César Camino ( "Burundanga", "La Familia Camino"...)

Esta formación intensiva de un fin de semana no se trata de un curso de aprendizaje de elaboración de pan al uso. Los alumnos muy pronto descubren que se encuentran inmersos en una auténtica "terapia integral" de grupo dirigida por Toni Roca. Según sus propias palabras: "Somos el pan que hacemos" y bajo este mismo "mantra "que se repite una y otra vez se desarrolla toda la obra estableciendo un permanente paralelismo entre el proceso y procedimiento de elaboración del pan y el estado emocional de cada uno de sus alumnos. 

 El objetivo del curso no es otro que realizar un "exorcismo" de todos los miedos, inseguridades, adicciones, apegos e insatisfacciones personales que forman parte de la vida de estos tres alumnos y que nos les permiten avanzar y poner foco en su vida porque según el gurú "si quieres hacer un buen pan el ingrediente fundamental es estar bien con uno mismo". Eso sí, los métodos para lograrlo serán un tanto radicales.

 La comedia pone sobre la mesa la situación por la que nuestra sociedad atraviesa actualmente donde aparentemente la religión pasa a un segundo plano pero continúa la necesidad de creer imperiosamente en algo, aferrarnos a "algo" que de sentido a nuestras vidas y nos haga sentir completos ante la carencia de valores.

 Pero no sólo se queda ahí sino que va un paso más allá poniendo de relieve el actual "negocio de la felicidad" donde las carencias emocionales, los problemas psicológicos que nos atañen y la búsqueda permanente de la felicidad se convierten peligrosamente en un filón de oro y vía de negocio para muchos "falsos gurús" que se aprovechan de esos momentos de debilidad humana.

 90 minutos de comedia con guiones muy ágiles plagados de ironía, risas y giros inesperados que te harán disfrutar de principio a fin. Si lo que buscas es una comedia que además te haga reflexionar sobre situaciones personales ésta es sin duda una muy buena opción y además cocinada a fuego lento.