Reseña de "Días para ser gato" de Pedro Zuazua

Por @LadyCultureta

Aventuras y desventuras de Atún el gato

¡En mi casa no entra un gato! Seguro que habrás dicho eso muchas veces y en el momento que menos te lo esperas… tienes un gatito, peludo, con uñas que te destrozan tus cosas, y un arenero que tienes que estar limpiando día sí y día también. 

Pues algo parecido le pasó a Pedro Zuazua, el escritor de este libro. En junio de 2016 aparece Mía, y eso que el había jurado y perjurado que nada de gatos en casa, pero hay amigo, ¡te cazaron!

Imagina que llegue a tu casa una bolita de pelo, que juega por todos lados, chiquitita y tu… mueres de amor al momento. Eso le pasó a Pedro, de buenas a primeras empezó a despertarse en el un amor animal, bueno, mejor dicho, amor por los animales que ni el sabía que tenía. ¡Madre mía que cambio! Pero, a pesar de esto, el decía que no entraba otro gato en casa. Pobre Mía, ¿se quedaría solita? Debe ser que Pedro también lo pensó y empezó a buscar “hermanito” para Mía y apareció. Sí, sí ¡otro gato! esta vez el nombre era Atún. 

La adopción de Atún no fue fácil y Pedro nos lo cuenta en su libro. Vamos a descubrir los primeros días de Atún junto con Mía y con Pedro. Claro, si antes un gato le daba pequeños quebraderos de cabeza imagínate con dos. 

Viviremos la mini agonía de la desaparición de Mía, ¡ostras que susto más grande! Pero no solo nos va a contar Pedro la historia con sus dos gatos, Mía nos va a dar su punto de vista. Descubriremos maneras en las que se las ingenian estos gatos para ser los amos y señores, aunque eso ya lo intuíamos. Veremos como se han convertido en todo unos influencers y hasta tienen cuenta de Instagram.

Es muy divertido ver lo que tiene que ver la canción No me importa nada, con los gatos… interesante. Y por si no lo sabías aun, si tienes gatos, sí o sí te llamas Karen. 

Un libro divertido, tierno y muy especial que te hará ver a los gatos desde un punto de vista muy singular. Vamos a ratificar que definitivamente los gatos dominarán el mundo y es que sencillamente la vida sin gatos, es una vida mucho peor.