Reseña de "Yo fui a EGB 3", de Javier Ikaz y Jorge Díaz.


EGEBEROS, NO HAY DOS, SIN TRES

Más risas, más recuerdos, más nostalgia... El nuevo libro de "Yo fui a EGB" será sin duda uno de los libros de estas navidades. Javier Ikaz y Jorge Díaz dedican este tomo al mundo de los abuelos, a la Primera Comunión, a los haceres de antes (ahora impensables) y a la época colegial. | Por Cristina Hernández.

Es uno de los mayores éxitos editoriales de los últimos años, y muy bien merecido. Para quienes no fuimos a EGB, nos pilla lejos, pero no es un mundo que desconozcamos del todo, ¿acaso en casa no habéis escuchado alguna vez eso de "los dibujos de antes eran mejores", "a eso se jugaba cuando era pequeñ@" o el popular "está todo inventado", seguido de un ejemplo en el rememorar tiempos mozos? Unos y otros, la generación protagonista de esta "saga", ya pueden pedirse estas navidades el tercer libro de "Yo fui a EGB", en el que Javier Ikaz y Jorge Díaz repasan los 70, los 80 y los 90, las épocas doradas que dejan un sin fin de recuerdos, sorpresas y emociones repasando a través de estas páginas plagadas de imágenes los mejores años de sus vidas. Ester tercer libro llega avalado por el éxito de sus dos tomos anteriores, seguidos por casi un millón de seguidores en Facebook y más de 300.000 libros vendidos. 

Todo ese mundo que les acompañaba en aquellos años en los que no había internet y la cantidad de estímulos diarios eran infinitamente inferiores, es lo que rescata en nuevo libro de "Yo fui a EGB", un viaje a través de textos amenos y emotivos, fotografías, listas, anécdotas y curiosidades, sobre los juguetes, la comida, la televisión, el cine, las costumbres, la ropa... Todos los que fueron a EGB saben que hay miles de historias que contar, ¿preparados para recordarlas? Desde los largos y fabulosos veranos que pasabas en el pueblo con tus abuelos, las canciones de los juegos de tu pandilla que todavía sabes recitar de memoria, un sin fin de anécdotas de clase y la primera comunión, el verdadero recuerdo imborrable de toda infancia. 

El dictado, los motes de los profesores, las asignaturas y el material escolar, pero también los sonidos, los olores, los sabores, el tacto, la vista y las canciones de EGB provocan un bucle de carcajadas; las curiosidades de todo egebero en las que repasar cuestiones que a muchos inquietaban sobre Don Pimpón, Espinete, Verano Azul, David el gnomo, La bola de cristal, Pumuki, El equipo A o el Un, dos, tres también son descacharrantes; además, resulta impensable que afectaran tanto esos verdaderos temores para muchos, como las noches de campamento, el salir a la pizarra, el saltar el potro, los médicos, los gigantes y cabezudos o ese locurario de leyendas urbanas - que todavía hacen mella en las nuevas generaciones-; un paseo por la feria y sus cachivaches y los parques llenos de objetos peligrosos en los que se trepaba y se colgaba sin miedo al vacío; los chistes (malos) y las trolas que se creían, entre pequeños y de los mayores también son un divertimento nostálgico que gustará revivir a todos los lectores. No obstante, la guinda del libro, además del tierno capítulo dedicado a los abuelos, a su casa del abuelo, sus frases y consejos, o a la comunión, al cine, las series y los regalos de la infancia, este "no hay dos, sin tres" absolutamente recomendable, incluye, por si fuera poco, un póster exclusivo que inmortaliza todos los recuerdos en un retrato sin igual, y tiras de cromos para picar. Rían, recuerden y disfruten.

:: "Yo fui a EGB (3)", de  está a la venta por la Editorial Plaza & Janés a un PVP de 18,90€.

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