TERAPIA PARA LA OFICINA
¿A quién no le mata el trabajo? O mejor dicho, el ámbito laboral, los compañeros, jefes… En la empresa donde trabaja Francesca Zanardelli lo hace literalmente. Cuando Francesca regresa de comer, se encuentra en el baño a una compañera muerta. Este acontecimiento provoca una oleada de histeria en la oficina donde nadie se fía ya de ningún colega de trabajo. Por si fuese poco, Francesca le toca liar con la preocupación que tienen sus padres a que se quede su hija en la empresa, aunque la verdadera preocupación de su madre es que su hija muera solterona. | Por Elena Soriano.
Francesca Zanardelli se prepara para apuntarse a otra aburrida tarde de oficina. Está delante del espejo del baño, cepillo de dientes en mano, cuando ve dos pies asomarse por debajo de la puerta de un retrete. En el suelo descubre el cadáver de Mirinella Sereni, su insoportable compañera de mesa. La han estrangulado con una soga blanca, que todavía le cuelga del cuello. Y todo sucede durante la hora de la comida.
Francesca se convierte así en la principal testigo de las investigaciones sobre la muerte de Marinella, pero el asesino se ha cuidado de no dejar pistas. Podría ser cualquiera, incluso el más insospechado de sus colegas. El pánico se apodera de la empresa mientras la vida de Francesca entra en caída libre. Su novio la ha dejado a vísperas de su boda, con 223 regalos que devolver, y sus padres le insisten en que se despida antes de que el criminal se fije en ella. Pero uno no renuncia a un trabajo fijo así como así. Ni aunque tu vida dependa de ello. De modo que Francesca se verá obligada a convertirse en detective improvisada porque el asesino no tardará en volver a actuar. Y ella es la única que pude detenerlo.
Poco podemos hablar de está escritora, salvo que trabaja en una oficina de Milán y que por eso ha decidido firmar con Viola Veloce, su seudónimo, "Esta oficina me mata". Lo que sí está claro es que demuestra con creces su conocimiento de trabajar en una oficina en esta novela negra cargada de humor, donde los componentes de esta empresa, en especial los “currantes”, se enfrentan cada día a una monótona jornada de interminable burocracia en la que impera un ánimo de no saber que haces ahí, mientras que hay un fluir de pullas continuas entre sus empleados. En esta oficina, en el que más de un lector se sentirá como en el trabajo, transcurren una serie de asesinatos que pondrán patas arriba a la empresa en la que trabaja Francesca, una chica treintañera, que si bien tenía ya problemas en su vida personal, se le suman las desgracias en la laboral. No sólo es quién encuentra el primer cadáver, sino que también todos los homicidios ocurren en el departamento en el que trabaja, ganándose el apodo de gafe.
Hacía tiempo que no nos encontrábamos con una comedia negra tan desternillante. Sin duda, es una historia cargada de acidez y veracidad. Viola consigue retratar perfectamente el trajín de una oficina cualquiera, donde por desgracia los empleados más responsables y trabajadores, tienen que convivir con los más inútiles, haciendo pagar sus errores e ineficacia a quienes se toman el trabajo en serio. Tampoco se olvida de los directivos, que por conseguir ahorrarse dinero hacen cualquier cosa y tienden a desprestigiar a todos por igual. A pesar de ser más bien elementos para hacer un drama, la autora consigue, a través de los ojos de Francesca, que te rías de esos compañeros, que mucho se quejan pero poco hacen, o de jefes que se llevan todos los méritos pero los errores lo pagan los empleados, o de aquellos que se niegan a aprender los nuevos métodos de trabajo ralentizando al resto. Pero como el resto de los mortales, los dramas de Francesca no solo se quedan en el ámbito laboral, en el personal tampoco se queda corto: su novio le acaba de dejar plantada por otra mujer unos días antes de su boda. Y como haríamos cualquiera de nosotros, desearles una infeliz vida es lo mínimo que se te ocurre. Y si intentas olvidar el mal trago, para eso está tu madre recordártelo. Intentando emparejarte con cualquiera para que no termines siendo lo peor que te puede pasar... ¡ser una solterona!
Está claro que el humor es un sentimiento que no debemos perder a pesar de tener malas rachas. "Esta oficina me mata" es sin duda una divertidísima historia que cuando te quieras dar cuenta te la habrás terminado de leer. La novela para quienes quieran luchar contra el día a día con humor. Una magnifica terapia para todos los estresados y cansados en el trabajo.
:: “Esta oficina me mata” de Viola Veloce y está ha venta por SUMA DE LETRAS a un PVP de 16'90€.
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