“Hay que ser muy valientes para
mostrarnos como realmente somos”
Rocío Muñoz- Cobo y Andrea Dueso acaban
de estrenar “Alma” en la sala madrileña Nave 73, una adaptación de Arturo Turón
de la gran obra de Ingmar Bergman, “Persona”, dirigida por él mismo. | Por Raquel Jaro.
En Cover
Set hemos podido hablar con ellos, tanto con las dos actrices que dan vida a
Elisabeth y Alma, como consu director, para profundizar un poco más en el
universo que encierra “Alma” y el proceso que ha llevado a la elaboración de
esta compleja obra. Además, compartieron con nosotros algunas divertidísimas
anécdotas y pudimos ser testigos de esa simbiosis, de esa casi mímesis que se
ha producido entre Rocío y Andrea ¿o deberíamos decir Elisabeth y Alma?
¿Qué es lo que encuentra el espectador
cuando viene a ver “Alma”?
ARTURO: Partimos de la base de lo que
cuenta “Alma”, que es la transformación del ser, cómo una persona puede llegar
a transformar a otra persona en algo diferente.
¿Cómo definiríais a vuestros personajes?
ROCIO (ELISABETH): Elisabeth es una mujer
que no puede más, no puede más con las cosas que están impuestas por la
sociedad y lo primero que se le pasa por la cabeza es quitarse la vida, pero,
como no se siente capacitada, decide callarse. Es una mujer que está enferma y que
tiene que recuperar sus constantes vitales, su alegría, su sentir y las cosas
que le ilusionan, y lo hace todo a través del discurso de Alma, a través de
Alma.
ANDREA (ALMA): Hasta que se encuentra con
Elisabeth es muy pura, tiene un alma muy limpia. Es la enfermera que cuida a
Elisabeth y a medida que avanza la obra, a raíz de su monólogo, se va dando
cuenta que realmente lo que ella piensa de la vida no es tan maravilloso y tan
bonito como parece. Elisabeth le va sacando toda esa oscuridad y a partir de
ahí vemos un alma más oscura y vemos la transformación de una persona, de Alma
en este caso.
¿Creéis que, como en “Alma”, dos personas
que aparentemente son opuestas pueden llegar a complementarse?
ARTURO: Yo pienso que en este texto en
particular, Elisabeth necesita a Alma y quizás Alma cada vez va necesitando más
a Elisabeth para quitar toda su confusión o realmente quitarse esa máscara que
lleva puesta y ver su realidad. Entonces, claro, dos personas totalmente
diferentes se pueden complementar, sobre todo en base a una necesidad, la
necesidad de una persona que tenga carencias hacia algo y necesite de la otra
persona para poder subsistir.
Esta obra esta basada en “Persona” de
Ingmar Bergman. “Persona” significa “máscara”, ¿creéis que en cierto modo todos
llevamos una máscara en nuestra vida o sólo en algunas ocasiones?
ARTURO: Sí, yo creo que parto un poco de
esta base a la hora de confeccionar también la obra, de si realmente nos
mostramos como somos o nos ponemos diferentes máscaras con la personas con las
que estamos alrededor o con las que estamos hablando. Y si nos mostramos como
somos podemos sorprender a la otra persona o echar para atrás a la otra
persona, que tenga una reacción diferente… también hay que ser muy valientes
para mostrarnos como realmente somos.
¿Cómo es transmitir al público una obra
tan profunda como “Alma” en una sala tan cercana como esta?
ROCÍO: Para mí esta es una sala mucho más
grande de la que vengo, no deja de parecerme un gran teatro, no es una sala
pequeña. Son 90 personas, unas siete u ocho filas. Hay cierta cercanía con el
público pero si que se te escapan algunos.
ANDREA: A mi me parece enorme porque es
la primera vez que estoy en una sala. Lo que sí siento es que es muy acogedora,
tienes publico por un lado, por otro, lo tienes todo muy cerquita, lo notas muy
cerca.
Ambas habéis trabajado en televisión e
incluso coincidisteis en “Amar en tiempos revueltos”, ¿creéis que una obra como
esta podría llevarse a la televisión?
ARTURO: Es muchísimo más fácil porque en el
caso de esta película está todo contado con un primer plano. Aquí lo que
intento simular con la iluminación o con la puesta en escena es acercar al
espectador y llevarle casi a ese primer plano, aunque no se puede conseguir
porque a la fila siete u ocho le coge bastante lejos ese primer plano. Sí se
podría llevar a la televisión, pero ya ha sido llevada al cine. Luchar contra
una película tan potente y que es una obra maestra, como es “Persona”, es
difícil. Si haces algo similar, puedes meter detalles como han hecho otros
directores que han metido sus detalles de homenaje a “Persona”, como Woody
Allen o Pedro Almodóvar en “La piel que habito”.
ANDREA: Sí. “Alma” esta muy cuidada en
cuanto vestuario, iluminación, música, todo el atrezzo es maravilloso y está
cuidado al mínimo detalle, es todo muy bello… también los vídeos que se
proyectan.
ROCIO: Yo creo que sí que es importante y
es necesario. A mí las obras estéticas me entran muy bien y ganan muchos
puntos, pero claro, esa soy yo como espectadora, que me gusta ver ese tipo de
teatro.
ARTURO: Aquí nos encontramos ante un
espacio casi totalmente diáfano y remarcado por piezas como simulando
“Dogville”, por así decirlo, y con piezas muy claves para el funcionamiento de
la obra. No es una escenografía exagerada pero sí que hay piezas de atrezzo o
de la propia escenografía que si que tienen vida dentro de la obra y son muy
importantes.
¿Cómo habéis trabajado para transmitir al
público esta relación tan íntima entre Elisabeth y Alma?
ROCIO Y ANDREA: ¡Muchas horas!
ROCIO: Muchas, muchas horas, mucho
tiempo, muchos días juntas… nos hemos mimetizado y “simbiotizado” un poco, la
verdad…
ARTURO: se traen prendas de ropa
similares, se traen el bolso igual… en las fotografías promocionales había que
ir de negro y vienen las dos de gris… aún estoy intentando buscar una
explicación.
ROCIO: A lo mejor salgo de mi casa con
unas botas rojas que al final he descartado y cuando llego las lleva ella, como
si las hubiera cogido de mi pasillo… ¡¿qué ha ocurrido?! (risas) Para las
fotografías promocionales ambas entendimos cosas diferentes ¡y trajimos lo
mismo! Incluso ayer su madre levantó la mano como para saludarme y luego se dio
cuenta de que no era Andrea. Ya lo que nos faltaba, porque una madre es una
madre…
ARTURO: Le mandé unas fotos de la sesión
a la madre de Andrea y me dice “Ay, que guapa sale aquí Andrea” y yo le dije
“Es Rocío” (risas)
ROCIO: Nosotras nos llevamos casi dos
décadas y mi madre me decía ayer “Es que se parece a ti cuando eras pequeña”,
porque tu madre no sabe cómo serás en el futuro (a Andrea), pero mi madre sí
sabe como fui.
Porque el parecido físico, supongo que
dará mucho juego también en la obra
ROCIO: ¡Pero hay más! Porque si solo
fuera lo físico…
ANDREA: Sí, es una cosa que llamaba mucho
la atención ayer.
ARTURO: De hecho, ayer hubo un
problemilla de luz que estamos solucionando ahora. Era durante la parte en la
que empieza Rocío y vino un amigo de Andrea, Nico, que también es actor que
pensaba que era Andrea y él pensando “¡Qué heavy lo que está haciendo con la
voz!” (risas) pero luego ya se fijó bien y dijo “Ah no, si es más alta”.
Incluso hay un guiño dentro de la obra en una escena en la que hay una
comparativa en la que Alma dice “Nos parecemos bastante, no me malinterpretes,
tú eres más guapa que yo”.
ROCIO: Nos reímos mucho porque hay veces
que tenemos hasta la misma ojera y de hecho hemos contraído como las mismas
enfermedades durante el periodo de ensayos, han pasado cosas muy raras. Nos
preguntan sí somos familia, y de hecho ya lo somos un poco. (risas)
Si perdierais el habla, como Elisabeth,
¿qué es lo que más echaríais de menos?
ARTURO: ¡Yo no podría! Pero si me pasara,
alguien de esta sala lo agradecería muchísimo (risas)
ANDREA: Es complicado, no sé qué echaría
de menos la verdad. Es cierto que hay momentos de tu vida en los que agradeces
estar sola, estar callada, y ser un poco como Elisabeth, pero no se que echaría
en falta la verdad, no lo sé.
ROCIO: Yo, lo primero, no creo que Elisabeth
haya perdido el habla, puede hablar perfectamente pero ha decidido no hacerlo.
Es más su fuerza del voluntad que el órgano en sí. Y luego, a mí me encantaría,
ahora que he empezado a valorar esta posibilidad desde que estudio a Elisabeth,
creo que sería una maravilla. De hecho, una vez tuve que estar 15 días sin
hablar por culpa de unos micro-nódulos y me movía como mal, con una pizarrita,
en El Corte Inglés…¡Y no disfruté del silencio! Ahora si me dicen que esté 15
días en silencio, yo los disfruto.
Supongo que habrá gran parte de la obra
en la que Elisabeth está totalmente en silencio, como actriz, ¿cómo has
trabajado esa parte de la interpretación? (A Rocío)
ROCIO: Pues igual, la verdad, lo veo
igual. Para mí el habla es el elemento final del trabajo de la actuación. Primero
se siente, luego viene la cabeza para ver el texto y luego después viene el
habla. Lo único que no hay aquí es habla, pero el proceso es el mismo.
Por último, ¿podríais adelantarnos
algunos de vuestros próximos proyectos?
ROCIO: Girar “Alma” por España.
ANDREA: Yo de momento esto, a muerte.
ARTURO: Yo de momento estoy en “Alma” y
mis energías están depositadas en “Alma” y bueno… están llegando cositas pero
todavía no puedo hablar de ellas, es demasiado pronto.
Pues esto es todo ¡Muchas gracias y mucha
suerte!
¡A vosotros!
:: “Alma” dirigida y adaptada por Arturo Turón, se representa en la sala Nave 73 (C/Palos de la Frontera, 5. Metro: Palos de la Frontera, Atocha) los sábados a las 20:00h y los domingos a las 19:00h del 28 de febrero al 29 de marzo. Más información: http://nave73.es/portfolio/alma/
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