ARTÍCULO POR CRISTINA HERNÁNDEZ
INTENSO Y CONMOVEDOR DRAMA BASADO EN HECHOS REALES
Título: 12 años de esclavitud (Twelve years a slave). Director: Steve McQueen. Reparto: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Brad Pitt, Paul Dano, Alfre Woodard, Paul Giamatti, Benedict Cumberbatch, Sarah Paulson. Guión: John Ridley; basado en la autobiografía de Solomon Northup. Producción: Brad Pitt, Dede Gardner, Anthony Katagas, Jeremy Kleiner, Bill Pohlad, Arnon Milchan y Steve McQueen. Distribuidora en España: DeAPlaneta. Estreno en España: 13 Diciembre 2013.
Sinopsis: En los años previos a la Guerra Civil de Estados Unidos, Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un hombre negro libre que vive en Nueva York, es secuestrado y vendido como esclavo. Solomon deberá luchar no sólo por continuar vivo sino también por preservar su dignidad frente a la crueldad de su amo (Michael Fassbender). Su esperanza, alimentada por inesperados gestos de amabilidad y ayuda, no le abandonará a lo largo de su odisea de doce años. La oportunidad de Solomon de conocer a un abolicionista canadiense (Brad Pitt) cambiará su vida para siempre.
PUNTUACIÓN: 4'5/5
Dura, cruda, dramática, así es el biopic cinematográfico basado en la novela autobiográfica Solomon Northup. El tercer trabajo del director de "Hunger" y "Shame", Steve McQueen, es una de las cintas favoritas en las quinielas de los próximos premios de la academia de cine de Hollywood. Cuando la realidad impregna el retrato y cuanto éste retrato es capaz de concentrar un sin fin de detalles y matices realmente conmovedores, se podría decir que el resultado es digno de contemplar. Pues bien, eso es lo que ocurre con "12 años de esclavitud", un trabajo excepcional que puede recibir, y recibe, el título de obra maestra. McQueen dirige con soberbia el guión de John Ridley, encargado de la adaptación de la desgarradora y sobrecogedora historia de Solomon Northup, un hombre negro libre, que ve como su vida de derrumba cuando es secuestrado y comienza una vida como esclavo intentando demostrar que en realidad es un hombre libre. Alejado de su familia, maltratado y obligado a trabajar en las condiciones más duras, Solomon fue esclavo los doce años siguientes. En 1853 por fin termina su vida de sometimiento logrando la recuperación de su libertad.
El film refleja con notoriedad la rabia, dolor, pena y desesperación del sufrimiento padecido por todas esas personas que solo por su color de piel vieron en vivir la peor de sus condenas. El uso de los flashbacks por un lado, encargados de ejemplificar el antes y el después en la vida de este violinista profesional que de un día a otro se convierte en un esclavo sometido a la crueldad más indiscriminada, y el empleo del silencio como recurso narrativo por otro, fuerte foco concentrador de la sensibilidad que despierta la cinta, articulan el desarrollo de este discurso atemporal cuyo paso del tiempo marca la fecha del desenlace de la película. El conjunto del trabajo de McQueen es digno de alabar, pero sin duda alguna la labor de sus protagonistas es bien merecedora de elogiar: Fassbender es un torrente de fortaleza interpretativa delante de la cámara a quién odiar en su papel de amo déspota y cruel, cuya ira traspasa la pantalla tal y como ocurre con el dolor, rabia y frustración que concentra la mirada de Chiwetel Ejiofor, el actor que da vida a Salomon Northup. El "pero" se lo lleva Brad Pitt ya que el reclamo que aporta a la cinta desmerece acorde a los dos minutos que aparece en ella. Justificado es que es uno de los productores y puede hacer lo que le plazca, pero a pesar de la importancia en la resolución final de ésta dura historia, su aparición conllevará una larga espera para sus fans.
Lo mejor
El film refleja con notoriedad la rabia, dolor, pena y desesperación del sufrimiento padecido por todas esas personas que solo por su color de piel vieron en vivir la peor de sus condenas. El uso de los flashbacks por un lado, encargados de ejemplificar el antes y el después en la vida de este violinista profesional que de un día a otro se convierte en un esclavo sometido a la crueldad más indiscriminada, y el empleo del silencio como recurso narrativo por otro, fuerte foco concentrador de la sensibilidad que despierta la cinta, articulan el desarrollo de este discurso atemporal cuyo paso del tiempo marca la fecha del desenlace de la película. El conjunto del trabajo de McQueen es digno de alabar, pero sin duda alguna la labor de sus protagonistas es bien merecedora de elogiar: Fassbender es un torrente de fortaleza interpretativa delante de la cámara a quién odiar en su papel de amo déspota y cruel, cuya ira traspasa la pantalla tal y como ocurre con el dolor, rabia y frustración que concentra la mirada de Chiwetel Ejiofor, el actor que da vida a Salomon Northup. El "pero" se lo lleva Brad Pitt ya que el reclamo que aporta a la cinta desmerece acorde a los dos minutos que aparece en ella. Justificado es que es uno de los productores y puede hacer lo que le plazca, pero a pesar de la importancia en la resolución final de ésta dura historia, su aparición conllevará una larga espera para sus fans.
Lo mejor
La estructura del guión, y es que Ridley y McQueen juegan magistralmente con diferentes recursos narrativos para marcar el desarrollo temporal de la historia y para impregnar de un poderoso dramatismo que se transmite de manera electrizante más allá del espacio dentro de campo.
El trabajo de Fassbender y Ejiofor, quiénes impregnan la historia de una verosimilitud realmente conmovedora.
La espectacularidad que caracteriza la fotografía de la película. Un peso visual cargado de belleza.
Lo peor
En ocasiones los largo silencios no hacen justicia al dramatismo. Y es que no siempre recrearse ayuda ser más convincente, y en este caso quizás hace alargar la cinta de manera prescindible.
La aparición simbólica de Brad Pitt, a pesar de ser determinante para el desenlace del film.
El trabajo de Fassbender y Ejiofor, quiénes impregnan la historia de una verosimilitud realmente conmovedora.
La espectacularidad que caracteriza la fotografía de la película. Un peso visual cargado de belleza.
Lo peor
En ocasiones los largo silencios no hacen justicia al dramatismo. Y es que no siempre recrearse ayuda ser más convincente, y en este caso quizás hace alargar la cinta de manera prescindible.
La aparición simbólica de Brad Pitt, a pesar de ser determinante para el desenlace del film.
En definitiva, "12 años de esclavitud" es un nuevo clásico grandioso. Frente al dolor, los llantos, los gritos, la desesperación, la rabia y el dolor, es la esperanza quién hace de este retrato un ejemplo de valentía.
Pincha aquí para ver el tráiler oficial de "12 años de esclavitud", un drama histórico realmente conmovedor favorito en todas las quinielas de los Oscar.
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