Artículo por Esther Maroto
Ya se ha terminado la Gala de los Goya y durante esta semana
se repasan las películas ganadoras, las actrices, los mejores vestidos... Pero
en la Gala de los Goya también hubo otros ganadores de los que apenas se habla
en los medios de comunicación: los cortometrajes.
El pasado domingo se repartieron casi 30 premios entre
vestuario, maquillaje, producción, guión... y también cortometrajes.
Este año los encargados de entregarlos fueron Javier Cámara,
Raúl Arévalo y Carlos Areces, los “azafatos de Almodóvar” en su nueva película,
que hicieron gala de su buen humor habitual.
Por orden de entrega en la ceremonia, comenzaron con el
mejor cortometraje de animación que recayó en “El vendedor de humo” de Jaime
Maestro, que nada más subir al escenario agradeció el premio a los estudiantes
que de verdad le habían dado vida a esta historia. Y es que éste es un cortometraje
hecho por alumnos de una escuela de animación valenciana, concretamente de Primer Frame. Fueron la promoción
2010-11 y, coordinados por el director del centro, el propio Jaime Maestro,
pusieron en práctica lo que habían aprendido en medio año de clases teóricas
con algunos de los mejores profesionales del sector en España. Y así nació “El
vendedor de humo”. El cortometraje cuenta, en poco más de seis minutos, las
dificultades de un simpático vendedor ambulante por camelarse a los habitantes
de un pueblo adormecido. El comerciante tendrá que desplegar todo su potencial
para atraerlos y conseguir ganar algo de dinero antes de que, como en todo
sueño, todo se desvanezca y despierten. Una historia sencilla y tierna que
nació de la lluvia de ideas de estos veinte estudiantes. Después crearon los
escenarios, esculpieron los personajes en tres dimensiones y añadieron efectos
especiales. Y el pasado domingo se alzaron con el deseado Goya. Para ver el
corto, podéis entrar aquí.
Merece la pena echarle un vistazo.
En segundo lugar, el trío de azafatos de “Los amantes
pasajeros” otorgó el premio al mejor cortometraje documental que fue para “A
story for the Modlins”, de Sergio Oskman. Este corto ya fue previamente
galardonado con uno de los Premios Madrid en Corto 2012 que se entregaron en la
14ª Semana del Cortometraje de la Comunidad de Madrid. En este cortometraje de
26 minutos de duración la realidad se mezcla con la ficción...
En un cubo de basura de la calle del Pez aparecieron
tiradas, hace algunos años, cientos de fotos de una familia norteamericana.
¿Qué ocurrió con ellos? ¿Por qué se fueron de Hollywood? ¿Y cómo llegaron a un
oscuro piso del centro de Madrid? Sergio Oskman lleva al espectador por un
trayecto en el que utiliza estos 'restos' para reconstruir la historia de esta
familia.
Con estas palabras resumía el diario El Mundo
su sinopsis hace algunos meses. Un cortometraje del que, aunque no podemos
disfrutar todavía online, sí que podemos encontrar mucha información en la web
de su director: www.sergiooskman.com
o en la propia web de la productora www.dokfilms.es
Y terminamos con el último ganador de uno de los
cortometrajes que se entregaron ayer. Es el correspondiente al mejor
cortometraje de ficción. Este año recayó en “Aquél no era yo”, escrito y
dirigido por Esteban Crespo.
Este valiente y arriesgado corto nos cuenta la historia de
Kaney, un niño soldado de un país africano y de Paula, una cooperante española
llegada a África siguiendo a su pareja con el objetivo de ayudar y de rescatar
a los niños soldado que allí viven. El cortometraje está protagonizado por el
actor español Gustavo Salmerón que además acaba de iniciar una
petición en la plataforma Change.org para evitar que España siga vendiendo
armas a los países en los que se utilizan niños soldado.
Además, desde hace unos días ya podemos disfrutar de esta
historia completa en la web oficial del cortometraje: www.aquelnoerayo.com
Desde aquí, mi más sincera enhorabuena a los tres premiados.
Tres grandes cortometrajes con tres grandes historias que se merecían estar en
el palmarés final.
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