Artículo por Laura Martínez
Si bien la semana pasada pudimos disfrutar
de La Compañía Estudio Lírico (dirigida por Belkys Domínguez) , con su representación de “Il trovatore”, esta semana
podemos continuar deleitándonos con otro gran éxito como es “Rigoletto” , una
emblemática ópera italiana. Así el Nuevo Teatro Alcalá continua con su homenaje
al bicentenario del nacimiento de Verdi.
Esta ópera está basada en la obra teatral Le
Roi s'amuse de Víctor Hugo. La primera fecha de estreno se remonta al 11 de marzo de 1851 en el teatro
La Fenice de Venecia. Tuvo grandes problemas con la censura de la época por
considerarla inmoral y obscena. Tras un tira y afloja entre los censores y el
compositor, éste consiguió mantener lo fundamental y solo cambiar algunos
detalles ( trasladar la acción a Mantua o convertir al Rey en un Duque).
Se compone de tres grandes actos, con la
música de Giuseppe Verdi, donde se aprecia la pasión con que el autor construía
la música para sus personajes. El libreto es de Francesco Maria Piave. Esta
obra tiene como grandes características su riqueza melódica y su fuerza
dramática. Es un intenso drama de pasión, de engaño, de amor filial y también de venganza.
El protagonista que da nombre a la obra es Rigoletto,
y narra la tragedia del bufón jorobado
de la corte del Ducado de Mantua, que emociona con sus sentimientos al público.
Rigoletto, es un fiel servidor de la lujuria de su señor hasta que el afán
desmedido de codicia y posesión también llama a su puerta... y ya no será cualquier
jovencita la que tendrá que conseguirle a su libertino duque, sino a su propia
hija!! La obra critica duramente al abuso de poder de la monarquía a través de
un Duque que se divierte, arrastrado a la lujuria, el engaño y la corrupción.
Verdi se arriesgó a dar el papel principal a un personaje marginal, como es un
bufón, al que le permite mostrar su cara más miserable y a la vez su faceta más
humana como padre doliente. Y también aprovechó muy bien ese material para
juzgar de manera inflexible la situación de Italia bajo el imperio austrohúngaro.
La acción se desarrolla durante el S. XVI.
Rigoletto es el barítono, Gilda es soprano ligera, el Duque es tenor ,
Sparafucile, es bajo y Maddalena es mezzosoprano.
Mi segundo contacto con la ópera ha sido de
nuevo de lo más satisfactorio. Si bien es verdad que la noche empezo flojita,
durante los primeros cinco minutos donde parecía que los artistas no estaban al
cien por cien, de repente arrancaron con toda su fuerza y atraparon toda mi
atención y admiración. Unas voces
estupendas, una orquesta que aunque pequeña, defiende la música de Verdi y acompaña la puesta en escena a la
perfección. De nuevo, para los iniciados
en este género, los subtítulos ayudan a entender una obra que a priori no
resulta complicada pues la interpretación de toda la compañía es muy
comprensible y sencilla. Destacan
especialmente los protagonistas de la obra, que dejan en todos los sentidos un
gusto muy especial cada vez que tienen una escena donde lucirse ante el público
.
Para mí un momento especialmente emotivo ha
sido la interpretación del monólogo 'Parisiamo' o la popular melodía de 'La
donna é mobile' , ya que reconocía la
canción y ha sido un placer escucharla en
vivo en una ópera por primera vez.
En fin, una vez más….y va a ser que le
estoy cogiendo el gusto, he disfrutado de una noche con un más que grato
espectáculo; una magnífica opción cultural que nadie debería desconocer.
ARGUMENTO:
ACTO I
En el palacio del Duque de Mantua tiene
lugar una de las cotidianas orgías que el Duque organiza acompañado de sus
cortesanos y de su bufón, el jorobado Rigoletto. El Duque comienza expresando que
tanto le da una mujer como otra, pero intenta conquistar a la mujer del conde
de Ceprano delante de él mismo. Aunque el conde intenta impedir el acercamiento
a su esposa, no lo consigue. Rigoletto observa la ira del conde, y se burla de
él, ya que se siente seguro por estar bajo la protección del Duque. Sin embargo,
los cortesanos cansados de las impertinencias del bufón deciden escarmentarlo:
creen que tiene una amante, y empiezan a pensar en la represalia.
En la fiesta aparece el duque de Monterone, con gran furia contra el Duque de
Mantua porque ha deshonrado a su hija, y de eso también se burla Rigoletto,
siendo por ello objeto de las maldiciones del Duque.
De camino a su casa, Rigoletto va meditando
en la maldición proferida por Monterone, cuando se encuentra con un siniestro
personaje, Sparafucile, que no es más que un asesino a sueldo. Rigoletto no le
hace demasiado caso, pero toma nota de sus servicios.
Entonces se encuentra con su hija, Gilda,
custodiada por la criada Giovanna. Rigoletto no la permite salir de casa si no
es para ir a la iglesia, y siempre acompañada. Su hija desconoce su verdadero
trabajo. Cuando están hablando, Rigoletto cree oir ruídos fuera de la casa y
sale a ver que es, entonces el Duque de Mantua se cuela dentro con la ayuda de
Giovanna. Ha conocido a Gilda en sus visitas a la iglesia. La muchacha cree que
se trata de un estudiante pobre y bueno, llamado Gualtier Maldé. Rigoletto sale
de la casa repitiéndole a su hija que no salga de casa. En ese momento se encuentran
Gilda y el duque, y se confiesan su amor, pero escuchan ruidos en la calle y el
duque se va, ante el miedo de Gilda de ser sorprendidos por su padre.
Los que rondan la casa son Marullo y otros
cortesanos, dispuestos a raptar a la que creen amante del bufón. Cuando se
disponen a hacerlo, Rigoletto regresa, y estos le convencen de que quieren
raptar a la condesa de Ceprano, que vive delante. Él los cree e incluso se
brinda a participar en la broma. Los cortesanos le vendan los ojos, y cuando se
quiere dar cuenta, ya han raptado a su hija, la cual ha perdido un pañuelo.
Rigoletto piensa que todo se debe a la maldición proferida por Monterone.
El duque de Mantua se lamenta porque al ir
a ver a su amada se entera de que Gilda ha sido victima de un rapto. Lo que no
sabe es que pronto los cortesanos se la van a traer a él, lo cual le provoca al
saberlo una inmensa alegría.
Reaparece Rigoletto, al principio disimula su preocupación, pregunta por el
duque y le contestan que está cazando. Los cortesanos, le dicen al bufón,
burlándose, que si ha perdido una amante la busque en otra parte. Él confiesa
que no es su amante, sino su hija!
Gilda sale llorando de las habitaciones del duque y confiesa a su padre cómo se
enamoró de un joven que resultó ser el malvado duque. Su padre entonces jura
venganza a pesar de las súplicas de su hija de que no lo haga.
ACTO III
La acción ocurre en el hostal que
Sparafucile regenta con su hermana Maddalena. Allí llega Rigoletto con Gilda
para que se de cuenta de la clase de hombre que es el duque, ya que sigue
enamorada. Allí le ven pidiendo vino y una cama. Llega Maddalena y hay una
escena de seducción por parte del duque hacia la bonita muchacha.
Rigoletto ha pactado con Sparafucile, el asesinato del duque, le paga la mitad
de lo estipulado, la otra mitad, al serle entregado el cuerpo sin vida del
duque. Además ha ordenado a Gilda vestirse de hombre e ir a Verona.
Maddalena, que conoce el pacto de asesinato, anima al duque para que se vaya,
pero una tormenta se lo impide, así que lo acompaña a su habitación y le quita
la espada cuando se ha dormido y suplica a su hermano que no lo mate.
Sparafucile dice que no puede faltar a su palabra. Entonces Maddalena le
propone matar al primero que llame a la puerta y entregar a Rigoletto ese
cuerpo en lugar del Duque. Su hermano accede. Pero la conversación la oye
Gilda, que ha desobedecido las órdenes de su padre, y decide ser ella quien
salve la vida del Duque. Llama a la puerta del hostal y recibe la puñalada de
Sparafucile, que la mete en un saco.
A la hora convenida, Saparfucile entrega a Rigoletto el saco con el cuerpo. El
bufón cree que ya tiene vengada la afrenta hecha a su hija, pero escucha cantar
al Duque, horrorizado abre el saco y ve con horror que quien está dentro es su
propia hija!! que agonizante le promete rezar por el desde el cielo. Rigoletto
fuera de sí, loco y roto por el dolor clama y repite que ha sido castigado por
la maldición de Monterone.
"Rigoletto" hasta el 27 de enero en el Nuevo Teatro Alcalá.
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