"Razas" inaugura la programación del Teatro del Arte


El antiguo y lujoso invernadero del palacio de Fernán Núñez, fue transformado en un estudio de danza, en un teatro, en una escuela de interpretación y después, un lugar de desarrollo de actividades culturales. Ahora será conocido como el Teatro del Arte, un lugar con historia y tradición en el que se formaron en los 70 muchos actores famosos.

Un proyecto novedosos, habilitado en principio para 118 butacas, y en el que lo que destaca la estrecha distancia entre actores y público. El montaje inaugurador del Teatro del Arte, fue "Razas", una obra de David Mamet dirigida por Juan Carlos Rubio con Toni Cantó, Bernabé Rico, Pedro Gutiérrez y Montse Plá.

Un historia de secretos e intriga. Un thriller judicial que arranca con la visita de un ejecutivo millonario a un despacho de abogados en busca de defensa judicial, tras haber sido acusado de violar a una chica negra. 

Aparentemente culpable, los socios del despacho discuten si aceptar el caso ante el poder mediático en los medios cuyo juicio ya ha sido realizado y sentenciado en contra de su posible cliente. Así pues, tras una vertiginosa discusión de argumentos de uno y otro abogado, se hacen con el caso ya que “nadie quiere la verdad, todos quieren ganar”, además de argumentar que "lo único que vale es que el espectáculo sea tan bueno que pueda hacer olvidar los hechos”, en referencia a la carnaza necesaria para atraer a la prensa y así utilizarla en favor a los intereses de cada uno.

Este caso es la excusa para dejar paso a otro de los temas importantes del discurso con el que Mamet pretende hacer ver que a veces algo tan histórico no esta superado frente a los avances de la sociedad. Las connotaciones raciales no siempre son negativas, aunque la joven ayudante de despacho pretenda hacer ver a la parte blanca en discordia.

"Los abogados existen para pedir justicia, y cada parte tiene razón" 



Claridad del lenguaje, de las palabras, de las cosas y de las razas. Ni uno es más que otro ni otro menos que otro por cuestión del color de su piel. A través de una dialéctica rápida e inteligente, las connotaciones raciales, los prejuicios y la vergüenza forman parte de esta exposición sobre una sociedad dónde "el espectáculo de la justicia" convive con los tres ingredientes de protagonismo cotidiano "Odio, Miedo y Envidia".


Un montaje que entreabre incógnitas suscitadas desde siglos pasado, y cuyo final es tan rápido como la velocidad del discurso. Un montaje que se desarrolla sobre una escenografía fría, moderna pero a medio construir, como si la visibilidad del hormigón fuera una metáfora de la construcción de una sociedad visiblemente avanzada sobre argumentos viejos, vacíos y de doble interés connotativo.



En "Razas", la puesta en escena sigue la lógica de la rapidez del texto y la coordinación técnica e interpretativa es impecable. Unos actores extraordinarios en un espacio cuya acústica puede desmerecer sus interpretación ya que en ocasiones los ruidos, pasos y golpes ensordecen al público y desvinculan la atención  de un complicado texto que lo es más con este desafortunado hándicap.

Próximo al Museo Reina Sofía, la programación de la sala contará con un "sello de versatilidad", en el que  formarán parte compañías emergentes y consolidadas que ofrecerán espectáculos de gran valor artístico y comercial. 


Lucía Bouzas, directora del Teatro del Arte, ha señalado que se pretende convertir este lugar en un espacio multiusos con Escuela de Teatro propia que también pueda servir para actividades tan diferentes como lecturas dramatizadas, conciertos de pequeño aforo, plató de televisión e incluso misas gospell.

Nos gusta esta apuesta muy MUY mucho. No olvidemos, por mucho que pueda parecernos, que el teatro  sigue siendo cultura.

Por Cristina Hernández Polo