El humor de la novela "Wilt, El crimen de la muñeca hinchable" de Tom Sharpe se sube a las tablas del teatro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, correspondiéndose con la primera adaptación teatral autorizada por el propio autor.
Bajo la dirección de Garbi Losada, y adaptada por José Antonio Vitoria, Fernando Guillén Cuervo, Ana Milán, Ángel de Andrés, Koldo Losada y Aitziber Garmendia son los encargados de dar vida a los personajes de esta rocambolesca historia.
"Wilt. El crimen de la muñeca hinchable", narra la delirante historia de un profesor de literatura abandonado por su esposa y que se ve envuelto en la más surrealista de las tramas cuando alguien le ve tirar una muñeca hinchable a una piscina de hormigón y confunde la escena con un asesinato.
Una adaptación eficaz con una estética "muy de cómic",como guiño a la década de los 70, y con un cierto toque de vodevíl, dónde las múltiples entradas y salidas de los personajes están coordinadas a la perfección.
90 minutos de tensión para los cuales ha sido necesario romper la cronología original de la novela de Sharpe y cuyo resulto engancha público de diferentes edades gracias a una escenografía muy bien resuelta.
No estaría de mal destacar la versatilidad de Koldo Losada y Aitziber Garmendia, pues hacen alternan sus apariciones en escena interpretando tres personajes de diferente registro de manera virtuosa. Por otro lado, sobra decir que Guillén Cuervo hace honor a su apellido, que a Ángel de Andrés le va a las mil maravillas el papel de inspector de policía ya que es propio al registro que acostumbra a interpretar y que Ana Milán es fantásticamente natural y divertida.
Quizás a veces mentir es la única forma de salir de un apuro, o eso es lo que Shape intentó decirnos con esta historia. No mintamos y digamos que hay cierto momento de la historia que es más de dormir que de reír y que solo los gritos de Eva consiguen devolverte al desenlace del entuerto que Wilt lía en torno a la dichosa muñeca hinchable.
"Wilt, El crimen de la muñeca hinchable" es un espectáculo que no muchos se querrían perder. En 1989 Michael Tuchner rodó la versión cinematográfica de la novela, pero al parecer a Sharpe no le agradó en absoluto. Ahora en Madrid tenéis la oportunidad de disfrutar con esta divertida obra de teatro.
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