Raúl Cerezo es el director del cortometraje "8", del cuál os hablamos hace unas semanas y que está cosechando gran éxito por todos los festivales. "8" no es un cortometraje al uso, no. Se trata de un corto dónde
la música es la protagonista de la historia y en la cual no hay ni un sólo
dialogo.
Raúl Cerezo se consagró con su cortometraje "Escarnio" pero ya antes había dirigido otros cortos como "Lenguas" o "The party es over" además de diversos spots.
Toda su filmografía esta reunida en el dvd de "8". Sí, habéis leído bien, su último cortometraje está editado en dvd, con más de 6 horas de material adicional, algo inusual en el mundo cortometrista y el cuál podéis adquirir en su página web desde 8€ (la edición sencilla) o 9€ (la edición coleccionista con varios extras de valor para el coleccionista). Con este motivo nos citamos con Raúl Cerezo para que nos hablase de su cortometraje "8", sus inquietudes, consejos y visión del mundo actual.
Entrevista por Enrique Calvo
Antes de nada queríamos felicitarte por la gran acogida que está teniendo tu último cortometraje, “8”, el cual lleva ya un año de recorrido por varios festivales y, de momento, ha obtenido 11 galardones, 125 nominaciones internacionales de los sitios más importantes y es un top mundial en páginas como Fangoria. Además, tenemos entendido que la venta del dvd funciona estupendamente y que la crítica se vuelca con el corto.
Muchas gracias. La verdad es que está siendo algo muy
bonito.
¿Cómo surgió la idea de grabar “8”?
Surgió pensando en hacer un corto pequeñito de un simple
cumpleaños “raro”, un soplido “extraño” y una consecuencia “inusual”. Tres
minutos y arreando. Pero luego la cosa fue creciendo debido a que vimos a la
historia muchos rincones por explorar y emocionantes simbolismos donde recorrer
muchas de las obsesiones que más me gustan. Fue muy duro, pero el llegar a los
13 minutos conseguidos fue un master total para mi oficio. He aprendido y
experimentado más con “8” que en dos carreras de Comunicación audiovisual.
“8” es un cortometraje en el que no hay nada de diálogo, o
al menos a los ojos del espectador, ya que los personajes de la historia sí que
cuchichean entre ellos pero no llega a la percepción de nuestro oído, ¿fue
difícil el proceso de grabación? ¿Tienes alguna anécdota que contar?
Fue muy complicado, pero un reto bello que conseguir. Al principio queríamos tener la música del
corto en el rodaje, pero no fue posible, así que tenía que transmitirles a los
actores la música que yo oía y que ésta fuera con sus movimientos. Y claro, a
la vez, contarles la historia y qué sucede en cada plano, ya que “8” es una
obra que quiere contar una pequeña historia en cada plano. A veces los
directores nos ponemos demasiado líricos y una de las anécdotas va por ahí. Me
puse a hablar con Carmen Ruiz y a expresarle con palabras poéticas lo que
quería de su mímica en un plano y ella
me dijo claramente: “qué mal te explicas. Dime las cosas claras, niño”. Y al
final es mejor decirle al actor palabras como “usa una mirada fría” a
expresiones retóricas como “tu mirada ha de ser ambigua, gris y con un toque de
rojo infierno”. Ahora, sinceramente, yo
seguiré intentándolo, porque cuando llegas al actor con tu código lo que se consigue
es una simbiosis y un logro total.
Con “8” has realizado algo muy curioso y es que lo has
editado en dvd, todos sabemos que muy pocos cortometrajes se editan en dvd,
incluyendo más de 6 horas de material adicional, ¿qué te llevó a tomar la
decisión de editarlo en dvd?
El respeto por mi trabajo. ¿Por qué una película tiene
edición en dvd y un corto no? ¿Por qué te tiras dos años trabajando gratis y
luego no tienes tu edición en dvd y la pones a la venta? Es cuestión de
trabajo, persistencia e incluso coherencia. Uno de los males de este país y
algo que hace mucho daño al cortometraje es el hecho del corto-cajón. Conozco
gente con maravillosos cortos que los mueves unos meses y si no les dan dinero,
paran la distribución. Y es algo que no puedo entender. Si te mueves, puedes conseguir a gente
maravillosa como 39 Escalones, que patrocinó el dvd de “8” y eso hizo posible
algo inédito en el mundo del cortometraje español. Y lo digo con pena, no por
colgarme una medalla. Porque ediciones posteriores como la que ha tenido “8”
deberían tenerlas cualquier cortometraje hace tiempo. Por respeto a tu trabajo,
a tu equipo y a ti mismo. Y acciones
como ésas serán las que hagan, en un futuro, que el espectador respete el
formato. O sea, cuando vea que nosotros
lo respetamos.
Uno de los extras más jugosos es el making of del
cortometraje, de más de 1 hora de duración, en la que el espectador descubre
los entresijos de la grabación y desde aquí te lo agradecemos enormemente.
Gracias a vosotros. Pues sí, otra de las carencias de los
cortos: no hacer making ofs profesionales. De hecho, creo que esto también es
algo inédito y lo vuelvo a decir con
pena. ¡Si un making of de un corto es casi más solicitado que el de una
película! Porque es algo que no puede ser más aventurero: hacer cine, el arte
más pagano y caro de todos…¡sin dinero! Eso es algo que ha de filmarse y
enseñarse. A cualquier espectador y al que viene por detrás. Y la prueba está
en que el making de “8” se enseña, a día de hoy, en tres escuelas y como temario
de asignaturas. Interesa. A muchos niveles. Dejemos de infravalorarnos.
También se incluyen tus anteriores trabajos para así
disponer de toda tu filmografía. Uno de tus cortometrajes más aclamados por el
público es “Escarnio”, ¿se lo debes todo a este corto?
Sin duda, es un eslabón de la cadena muy grande e
importante. Escarnio fue el primer gran reto que me propuse y, al salir bien,
me permitió pasar al siguiente. Pero no nos engañemos, porque al final todos
los eslabones son necesarios para la evolución. Por ejemplo, también se incluye
el cortometraje Lenguas (entre otros), que lógicamente no puede tener el mismo
acabado, porque es un corto perpetrado con 18 años y en Btcam sp (que por
entonces era la mejor cámara), pero que sin él tampoco hubiera existido “8”,
porque me llevó a Escarnio, a trabajar con un gran equipo, a manejar un alto
presupuesto (6.000 euros de entonces), a trabajar con personalidades como Colin
Arthur (una cima de los fx mundial, que trabajó con Spielberg o Kubrick), a
conocer ya fieles colaboradores o a proponernos grabar en el Retiro (sin
permisos, porque no se los daban ni a Torrente, de Santiago Segura), preparar
secuencias con disparos muy bien acabados y con una carga autobiográfica e
incluso algo fantástica ya latente. Vamos, que puedo decir a día de hoy,
orgulloso, que todos los proyectos en los que he estado metido han servido para
algo y son peldaños necesarios en la escalera. Y eso me pasa por no meterme en
lo primero que se me pasa por la cabeza (otro mal muy difundido). Hay que
reflexionar mucho, porque esas decisiones te pueden llevar años de tu carrera
en terminarlas.
Destaca también la versión en 3D anaglifa de “8”, ¿tenias
claro que querías mostrar al público otra dimensión del cortometraje?
No exactamente. Esto vino después. La empresa 3aDvert se
interesó por el corto y por nuestro evento, Córtate, y experimentó la
conversión con algunos cortometrajes que le gustaron y un software propiedad
suya, muy innovador. “8” estaba entre ellos. Reconozco que es un extra curioso
para el dvd, pero no algo importante en la obra. De hecho, el 3d a día de hoy
no me interesa demasiado. Veremos por dónde evoluciona, porque de momento no lo
veo demasiado atractivo narrativo.
Dentro del mundo cinéfilo, si leemos Raúl Cerezo, es sinónimo
de calidad y de un buen trabajo detrás, ¿opinas lo mismo? ¿Qué sientes al ver
tu nombre en distintos artículos?
Orgullo. La verdad es que soy una persona que trabaja duro,
todo el mundo que colabora conmigo lo sabe. Cuando observas tan buenas acogidas
en los trabajos que haces, no debe
servir para relajarte , todo lo contrario. Para mantener y mejorar has de hacerlo siempre mejor y más
duro que la anterior. En el mundo del
cortometraje me ha ido siempre bien, veremos qué pasa en mi próximo salto, que
aún estoy reflexionando para intentar no tropezar. Pero, sobre todo, cuando leo esas cosas me emociono
y pienso en todo el equipo que se ha dejado el alma sin ánimo de lucro. Soy
consciente de que viendo esos textos se dan por cobrados y más allá…,y eso sí
que no tiene precio.
¿La industria del cine está pasando por una crisis o está
falta de ideas?
Falta de ideas hay muchas pero, sobre todo, hemos domado tan
mal al público que ahora sólo piden pienso y el propio pienso se cansa de
generarse a sí mismo. Y claro, cuando intentamos dar caviar, les sabe raro y lo
escupen. Pero el mayor problema es el exceso de oferta. Tenemos tanto ocio
alrededor que nos cansamos de todo y cada vez resulta más difícil sorprender y
que te sorprendan. Pero para eso estamos, ¿no? Hay que seguir luchando. De las
grandes crisis salen grandes cosas y hay que ponerse ambicioso con eso e
intentar sacar grandes trabajos tú mismo, no el de allá.
¿Qué harías tú para solucionarlo?
Trabajar mucho más los guiones, pensar en formas de producción
que no sean tan altas (dices la palabra “película” y los proveedores te cobran
cada letra), cambiar los métodos de distribución y abrirse más a internet o
cambiar la búsqueda de financiación a vías más generales. Esto ha pasado muchas
veces, pero a nosotros nos sorprende porque somos plena bisagra. Nuestros
nietos dirán “mis abuelos sufrieron la transición de la distribución del cine”.
No seamos vagos, mirémoslo por el lado de que se está haciendo historia. Y para
hacer historia, desgraciadamente, a veces hay que ver correr la sangre.
¿Te quedan muchas ideas aún por plasmar?
Sí, la verdad es que sí. Ideas tengo muchas, sobre todo de
películas, aunque también de cortometrajes, publicidades y spots. Toneladas de
folios de words aporreados de pasión y ganas. Algunas las voy rescatando, otras
se quedan viejitas, algunas se hacen y tienes que tacharlas con dolor,
etcétera. Tengo mucha suerte con esto. Ideas tengo, ahora necesito dinero y en
ellos estamos.
Sabemos que estás trabajando en tu primer largometraje, ¿nos
puedes adelantar alguna cosilla?
Son dos largometrajes y tengo prohibido decir nada, aunque
os adelanto que son dos cosas que jamás se han hecho en España, os lo puedo
asegurar.
Nosotros, que somos estudiantes de audiovisuales, nos
encanta el mundo del cine, ¿qué consejo nos darías?
Trabajo, trabajo y trabajo. Sin parar. 24 horas dándole al
coco y al espinazo. Ver mucho cine, leer mucho
y, sobre todo, OBSERVAR. A veces
observando una situación cotidiana con detalle sacas más para tu obra que con
filmografías enteras. No cesar. Nunca. Y fijarse en la trayectoria de los que
le fue bien, aunque también debas formar tu propio camino personal. Y rodar. Y
conocer a los que ruedan.
El buen director de cine, ¿nace o se hace?
Creo que es un cruce de muchas cosas: talento innato,
trabajo, contexto donde nazcas, formación, inteligencia, cultura, mentalidad
empresarial, madera de liderazgo, don de gentes, saber expresar lo que quieres,
etcétera. Algo muy complejo, pero muy bonito.
Si tuvieses que escoger una canción para que formase parte
de la banda sonora de alguno de tus trabajos, ¿cuál sería?
Tengo infinidad de ellas por usar, pero sin duda mi sueño es
contar con autores como Jon Brion para alguna música de mis obras.
Para terminar, ¿con qué sueña Raúl Cerezo?
Hacer la peli. Todo va hacia allá. Me da igual el momento,
pero quiero hacer la peli. Y luego hacer pelis, pero al menos hacer una , que
es lo que llevo soñando y disfrutando toda mi vida. Hacer lo que más me gusta.
Y eso en un sitio como España es un sueño. Si esto fuera un sitio normal, te
diría que voy por el buen camino, pero es todo muy incierto. Y quiero hacerla
como yo quiero y la que yo quiero. Por eso tardo. Aunque, si te soy sincero
,estoy convencido de que llegará el día.
Agradecerte enormemente el interés por la entrevista y
desearte mucha suerte siempre.
Ha sido un placer de los gordos.
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