El pasado domingo el aforo del Teatro Salón Cervantes se llenó por completo para ver “Proyecto 43-2” de María San Miguel y Julio Provencio.
Proyecto 43-2 es una iniciativa académica y artística que nace con el propósito de participar de manera activa en el nuevo contexto social que se está iniciando en el País Vasco con el fin de la violencia. Si el momento actual parece dar pie a un proceso de reflexión y reencuentro desde múltiples ámbitos y perspectivas, Proyecto 43-2 se inserta desde un punto de vista artístico en esa tarea común.
Nosotros lo definiríamos como: la receta perfecta para combatir la violencia y el miedo que está genera.
Con 5 actores a escena, una escenografía sencilla pero efectiva y un juego de luces que juega con la intimidad de los actores, Proyecto 43-2, se convierte en la fórmula perfecta para concienciar, de una vez por todas, a esta sociedad.
No queremos desgranar mucho de la trama pero os diremos que una de las escenas más impactantes del montaje es cuando Ruth Cabeza se mete en el papel de una mujer que ha perdido a su marido en un ataque terrorista y que todos los fin de semana va junto a su hijo a ver películas Disney al cine con su inseparable bol de palomitas. Escena estremecedora, con todos los actores en escena, pero dejando claro la buena interpretación de la actriz, aunque en el resto del montaje no solo destaca ella. María San Miguel, Pablo Rodríguez, Aurora Hererro y Txus Pellicer hacen un gran trabajo convirtiendo el montaje en una historia intima que nos hace derramar más de una lágrima, lágrimas que quizás ayuden un poco a ser todos mejores personas.
Os dejamos con la video entrevista donde nos reunimos con el trió de damas del montaje:
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