....continua de la anterior parte....
#MyCampAurynExperience by Paula del Saz
A las 9:OO del sábado todos en pie en el Buffet para desayunar con los chicos. Era increíble porque veías que alguno de ellos se levantaba a por un plato o a por comida y había como 7 chicas alrededor de cada uno. ¡Cantosas! Jajaja
Cuando terminamos, nos llevaron a la playa. Todas estábamos ansiosas por saber lo que íbamos a hacer y cuándo les íbamos a ver.
Un monitor de la playa nos puso música al tope y empezó a decirnos pasos que teníamos que hacer para bailar. Todas las chicas en filas de 6, sin chanclas y en bikini bailando. La mayoría se morían de la vergüenza pero bueno, yo me lo pasé genial. Estuvimos como media hora haciendo el loco, ¡hasta que llegaron ellos! Y se medio incorporaron al baile, pero ellos SÍ que tenían más vergüenza que nadie.
Hasta que acabamos y trajeron carritos de la compra con un montón de globos de agua. Nos dividimos en dos bandos, uno enfrente de otro. Sonó un "PIIIIII" y comenzó la guerra de globos. Yo tiré a lo loco los globos y no sé a quién dí, pero sí que me acuerdo de quién me dio a mi. Mi querido Carlos Marco ¡me explotó un globo en toda la cara! Cuando le miré estaba riéndose y pidiéndome perdon! Qué majo, pero yo me iba a vengar sí o sí. Comenzó la segunda ronda de globos y esta vez creo que no me dio nadie, pero cuando ya se acabó, mi otro querido Magí Torras, me echó un globo en toda la cabeza. ¡También me iba a vengar de él! Jajaja
Empezamos otro juego, el cuál era el balón prisionero. Yo me escondía detrás de todo el mundo para que no me eliminaran, así que quedé de las últimas, hasta que mi otro querido Dani Fernández me eliminó... Pero fue porque no me dio tiempo a correr ¡que si no...!
Al acabar el juego ¡nos fuimos todos al agua! Más de 1OO personas corriendo hacia el mar, salpicando y ahogándose. ¡Ahí comenzaba mi venganza! Primero fui a por Carlos, le metí la cabeza en el agua, y claro.. pues me la devolvió. Luego fui a por David y le cogí del pie, ¡¡¡pero pesaba demasiado!!!
Encontré a Dani en la orilla medio desprevenido así que le intenté meter la cabeza en el agua, ¡pero no estaba suficientemente profundo! Y cómo no, me cogió en brazos, me llevó a lo más hondo y me tiró. También me dijo lo de siempre, algo del Real Madrid, que ni le escuché porque me había pegado un planchazo algo grande, jaja.
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